Llamada
Lo único
que puede hacer es esperar su llamada. El tiempo atraviesa su pecho como aquel
cuchillo que le clavaron en el 56. Firme, potente y asesino. Intentaron acabar
con él, pero no es tan sencillo. Las fotos del escritorio muestran un
matrimonio falso, ponzoñoso y dañino. Él solo puede pensar en poner una
fotografía junto a James. Una de tantas. De sus viajes furtivos, de sus
escapadas románticas. Una fotografía que revele un amor de verdad, la
felicidad, la pura vida. El teléfono suena, al otro lado, un grito, sordo y
ensombrecedor, hace que su pecho llore sangre, por esa herida que creía
olvidada desde tantos años. James se encuentra muerto al otro lado del
auricular.
Fotografía de Christian Pereira Rogel - Internacional microcuentista junio
Que cruel!! Tienes una mente perversa jajaja
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