Constance

Aún se despierta cada noche Mathias, bañado en un sudor frío y espeso. Recuerda, como hace dieciocho años, en una noche calurosa del 24 de agosto de 1572, se dio muerte a más de tres mil protestantes en París, bajo las ordenes de la gélida mano de la religión católica, que respaldaba su masacre, como una purificación, donde se le arrancó el alma a los hugonotes, para erradicar al demonio que habitaba en sus cuerpos.

- Mathias, despierta. Estabas teniendo otro mal sueño – dice Constance con voz fina y ligera – Está semana no has parado de sucumbirte en alarmantes pesadillas. ¿Qué es lo que te ocurre Mathias?, ¿algo te martiriza?– dice preocupada Constance.

- ¡Oh madre!, otra vez me atormentaban las visiones de la matanza de San Bartolomé – dice entre sollozos el joven apuesto – Mis ojos podían ver la sombra de la muerte arrasando París, mis oídos los gritos de las almas arrancadas de sus cuerpos, y mis huesos sentir el calor del fuego del mismísimo infierno.

- ¡Mathias! – grita enfadada - Cuantas veces tendré que recordarte que está guerra que vivimos es una guerra santa, y hasta que no acabemos con todos los protestantes, que se esconden como fétidas ratas, Paris seguirá manchada, por esa sangre sucia que pone en duda la verdadera fe.

- Lo se madre. Yo no lo pongo en duda, pues tú me lo has enseñado todo. Pero no puedo evitar tener esos sueños desde hace tantísimas semanas, que me hacen dudar del camino recto, y esos sueños, son como propios recuerdos que me inquietan. Tengo la visión en la cuál tú me salvaste, de las manos ignorantes de una mujer, que lloraba al lado de un cuerpo pequeño, tendido en el suelo, sin vida, tú le gritabas el nombre de un tal Philippe, pero no lo encontrabas, él se había marchado para salvar su pellejo. Me llevabas contigo, empuñando un cuchillo en tus delgadas manos, lleno de vital sangre aún húmeda, y me protegías con tus delicados brazos, corriendo por un París teñido de azufre y odio. Madre… ¿eso paso en algún momento de mi vida?– dice Mathias gimoteando, intentando encontrar la respuesta, recostado en los brazos huesudos de Constance.

- No Mathias. Jamás ocurrió algo así. Solo es una pesadilla. Tú siempre has estado junto a mí, y así lo seguirá siendo – dice autoritaria Constance.

- Pero… es un sueño tan vivo madre, es un sueño tan real. Siento que estoy empapado de dudas – dice Mathias en un hondo suspiro quejoso. Constance le silencia con un beso en la frente y lo recuesta de nuevo. Este, finalmente, se queda dormido, y plácidamente cae en un sopor tranquilo, junto a Constance, que le observa seria, y con elevada preocupación, de que este, finalmente, averigüe la funesta verdad.

Al cabo de unos días, Mathias deja de tener esos sueños, y vuelve a poseer la vitalidad que tanto le caracteriza. Tiene apetito de nuevo y una amplía sonrisa en el rostro. Es un joven de dieciocho años, de fantástica belleza, exquisitos gustos y admirable inteligencia. Constance le ha otorgado una soberbia educación. Domina el latín con una gran competencia, escribe poemas y toca el violín y el piano como un verdadero artista. Compone sus propias partituras con suma devoción. Constance no se cansa de alardear delante de todos, del hijo que Dios le había concedido, antes de que su marido, Reinald, muriera a manos de un protestante sin escrúpulos, dejándola sola. Por eso, Mathias, había sido la salvación de Constance.

Mathias comienza a salir con una joven llamada Celia, la cual, se la había presentado Constance, pasados unos domingos atrás, en misa. Ambos se enamoran al instante, y Mathias se marchó de su acogedor hogar y se fue, junto con la hermosa Celia, a vivir otro sueño, abandonando a la madre que tanto le amaba y le había dado todo lo que él necesitaba en su lujosa vida.

Constance se refugio más que nunca en su fe y se escondió entre las paredes de la santa iglesia. Mathias y Celia comenzaron a vivir juntos, una vida humilde y tranquila. Pronto ella se quedo embarazada y corrió la voz por París, como fluye rápida el agua por el río Sena. Constance se enteró de los asuntos de su hijo por voces desconocidas y se sintió vilmente traicionada, por la falta de decoro que había tenido Mathias, abandonándola y dejando atrás toda conexión con el pasado. Mathias iba a estar con ella para siempre, y se había largado de su lado por otra mujer. Algo tenía que hacer Constance para atraerlo de nuevo junto a ella.

Han pasado los años, y Mathias recuerda cada día, como una terrible penitencia, esa angustiosa mañana en la que Celia murió, por los celos incomprensibles de Constance.

Él dormía como un tronco en su amplia cama de matrimonio, rondarían las seis de la mañana cuando oyó los soñozos de su pequeño hijo Philippe, en la habitación contigua. Celia se deslizo de la cama para atender a su preciado hijo, pero antes susurro en el oído de Mathias bellas palabras de amor. Este siguió sumido en sueños, marcado con una sonrisa bobalicona en su cara. El aroma del café le despertó a las diez de la mañana. Pero no era el aroma del café que le preparaba normalmente Celia, era el aroma del café de su infancia con Constance. Mathias, nostálgico, se levanto de la cama y se dirigió a la cocina. Sus primeras palabras del día fueron los gritos, arrancados del fondo de sus entrañas, al ver el cuerpo de Celia en el suelo sin vida. Le habían cortado su delicado y largo cuello de cisne. En la mesa estaba sentada Constance, con atuendo de monja, dándole el desayuno a Philippe, que sonrío al ver a su padre ya despierto. Constance le saludo con un seco “hola” y siguió dándole de comer al niño de ojos pardos y pelo rizado.

- Sabía que te despertarías al oler el aroma del café que te preparaba en casa – dijo Constance - Sabes… cuando eras pequeño tenías el pelo igual que tú hijo, pero a mí no me gustaban esos rizos endemoniados, y te afeite la cabeza una y otra vez.

- Madre, ¿qué es lo que ha pasado? – dijo Mathias estupefacto - ¿Qué le habéis echo a mi esposa? – grito colérico. Philippe comenzó a llorar y dijo entre soñozos “madre está enferma”. Constance abrazo al pequeño y lo calmo.

- Mathias, hace tantísimo tiempo que no sabía de ti. ¿Te habías olvidado de tú propia madre? – dijo echa un mar de lágrimas – No recibí carta alguna durante todos estos años, no había visitado aún tú hogar, y ni si quiera sabía que ibas a tener un hijo, lo tuve que saber por las malas lenguas de los nuevos ricos de Paris… he rezado tanto para que estuvieras bien y pronto nos viéramos – cierra los ojos y reza en silencio, dándole vueltas al rosario negro que cuelga se su cuello – Hace muchos años que quería contarte la verdad. Pero siéntate querido – Constance se levanto y aproximo a Mathias a una silla. Este hundió su rostro entre sus brazos - ¿Recuerdas esos sueños que te acecharon durante semanas? – él afirmo en susurros – Pues todo era cierto. Yo te salve de una madre protestante y un padre envenenado, que había escogido un mal camino. Tú padre era Philippe, mi hermano, y en esa noche, yo me dirigía a tú casa para matarlo, pero él había huido, dejándoos solos, e indefensos, a ti, tus hermanos, y tú madre, Emma, que lloraba como un trapo tendido en el suelo. Yo te lleve conmigo, para darte una buena vida. Y así fue, hasta que te marchaste con Celia y me abandonaste sin ninguna compasión. Yo ya me he manchado las manos de sangre otras veces, pero jamás había matado a alguien inocente.

Mathias enmudeció. El aroma del café se fundió con la de la sangre de Celia, abrumando sus sentidos. Quedo desmayado sobre sus brazos. Constance se llevo a Philippe con ella, para otorgarle la vida que le había facilito a su padre, pero esta vez, se aseguraría de que este pequeño, se quedará con ella para siempre. Mathias se quedo solo, sin su esposa y su hijo, y no volvió a saber de ellos, pues se evaporaron como el agua en el viento.

Comentarios

  1. vaya... no se q decir...
    q tia mas loca y obsesa...
    a saber q clase de resumen te dieron para que te saliera una historia como esta jejeje
    pero me a gustado, la mujer super posesiva
    y si el tenia mas hermanos porq la tia solo se lo llevo a el y no a todos??
    y bueno no se me ocurre q mas decir,~~
    bueno supongo q ya ablaremos de ellacuando nos veamos
    asta la proxima

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  2. Hola, ¿que tal?
    Interesante historia, me ha mantenido intrigada desde la primera letra hasta el último punto y final. Me ha encantado.

    Bueno a ver si saco tiempo para escribir algo y todo por culpa de los trabajos que tengo que hacer y de que ya se va hacercando el periodo de exámenes. Por cierto, ¿el grado que estás haciendo tú, se entra por nota? Te lo pregunto porque escuché en el tranvia una conversación de unas chicas en la que una de ellas decía que estaba preocupada porque teniendo un 7 de media, no sabía si la escogerían para hacer el grado... y la verdad es que me cagué porque si ella estaba preocupada teniendo un punto más q yo en la media, siendo así, entonces ¿yo me tengo que olvidar de entrar al grado?

    Hasta la próxima, y excelente trabajo!

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  3. Hola, ¿cómo estás?
    Vale, entonces me quedo más tranquila, pero en cuanto a lo de tener el expediente cerrado ¿te refieres a tener aprobados todos los créditos de la diplomatura de empresariales?

    Bueno, por fin he subido algo nuevo al blog, ya me contarás que te parece. Un besote, y ánimo con esos trabajos xD que este es tú último año y ya seras una licenciada!
    Un beso.

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  4. Hola,
    Me alegra que te haya gustado mi post, al principio dudaba en poner el video porque se, por experiencia propia, que si es un video muy largo hay veces que nos da un poco de pereza verlo para que después no te acabe gustando y hayas perdido el tiempo, pero creí que era lo más indicado además de que es muy interesante. Lo que más me hizo gracia es la prueba del periodico ya que los de la mala suerte se obsesionaban en contar las fotos no se daban cuenta que tenía un anuncio bien grande que decía "no cuentes más, hay 45 personas y avisa que has visto este anuncio y recibirás 200 euros" xD si me hubieran hecho a mi esa prueba seguro q hubiera sido de las q se empeñan en contar las fotos...

    El examen de japonés me salio bastante bien, era bastante fácil porque en el fondo aprenderse los símbolos no es tan díficil además de que la profesora puso 10 palabras bastante fáciles para escribirlas, así que saqué un 9 :D y podría haber sacado un 10 pero al querer hacerlo rápido para terminar pronto, me equivoqué en un símbolo.

    Entonces, ¿tú que licenciatura estás haciendo la de economía o la de ADE? por otra parte, ¿qué es mejor, hacer el grado o la licenciatura?

    Bueno cuentame, ¿que tal los trabajos, te dan mucha faena?
    Un besote!!

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  5. Tú eres una sádica y yo una pervertida... ¡estamos apañadas tía! xD
    Prometo, prometo que cuando tenga un huequillo me pondré al tanto con tus últimas historias (aunque algunas me las he leído pero no he comentado)
    Ay, la putada de este blog es que los comentarios no los puedes "contestar".
    Espero que te vaya bien en la uni, ahora dentro de un ratillo me voy pa' Tarongers yo (pero no ha hacer botellón, eh sino a yoga, que soy una chica sana ;) )

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