Sombras rotas

Adam mira desconcertado, el mar tranquilo y de un negro diáfano. El puerto está sumido en un silencio sepulcral. Los ruidos y alborotos, típicos de la zona pesquera, han desaparecido con la expropiación de todo el puerto. Ahora, solo queda el mar donde su madre se ahogo, cuando el tenía nueve años.

Es una noche bastante fría. Ráfagas de aire helado le calan los huesos. ¡Ni su enorme chaquetón de plumas de pato le protege del dulce frío inglés!. Cathy se acerca a él, sin hacer el menor ruido, por la espalda. Adam siente un cálido y tierno beso en su cuello gélido. Cierra los ojos, disfrutando el roce de los finos labios de Cathy.

Adam se gira y la mira con ternura, como cuando salían hace dos años. Una mirada por la que Cathy lucharía incluso para poner el mundo del revés. Esos ojos verdosos siempre la han tenido hechizada y Adam lo sabe muy bien.

Este la besa rápidamente, sujetando con sus fuertes manos la cabeza de Cathy. Ella para de besarle y lo aparta, poniéndole la mano sobre el pecho. Se separan unos segundos, mientras recuperan el aliento. Sus miradas están fijas en ellos. Adam la mira extasiado.

Cathy se quita la chaqueta vaquera y la tira al suelo sin dejar de mirarle. Se baja la falda de lana negra, y está queda enlazada alrededor de sus pies. Adam sigue con sus ojos, cada uno de sus movimientos, pero permanece inmóvil, sin decir palabra alguna, mientras, Cathy se desabrocha cada botón de su blusa a cuadros, roja y blanca. Adam se quita el chaquetón de plumas de pato y lo tira al suelo, ella se suelta el pelo. La brisa marina sigue siendo tan helada como antes. Cathy solo lleva un camisón de seda, color perla, bastante transparente. La tela del camisón se mueve parcamente con el aire. Se quita el camisón y se queda completamente desnuda frente a él, en medio de la carretera desierta. Adam extiende su mano derecha y le toca un pecho. Sus dedos acarician su piel erizada. La guía hacía un camión abandonado y ella se sienta sobre el suelo helado, lleno de gravilla y restos de nieve. Adam se quita el suéter de lana verde y Cathy le ayuda a desabrocharse el pantalón. Cathy se recuesta sobre el suelo y Adam la penetra vigorosamente. Comienzan a hacer el amor bajo el camión. Sus gemidos rompen el silencio de la lúgubre noche. Sus sombras danzan enérgicamente con cada uno de sus movimientos.

Cuando terminan cada uno se va por su camino sin decirse ni una sola palabra. Piensan que el destino es el culpable de esos actos.

Adam vuelve a su barca y piensa en Cathy toda la noche. No consigue dormir, así que se dirige a la cubierta del barco y mira las estrellas. Cuando despierta, entumecido por el frío y la mala posición, su mente está más clara y tranquila, y decide olvidarse de ella.

Pasan los meses y Adam, trabaja sin descanso pescando y vendiendo su mercancía a otros pueblos, que no han sufrido la expropiación. Gana menos dinero que antes, pero necesita los ingresos para poder pagar las cuotas de su barco y vivir.

Una noche encuentra a Cathy sentada en el banco frente a su barco, leyendo un libro, bajo la luz de una farola. Cathy está bellísima. Adam la ve diferente a como la vio la última vez. Esta radiante. Está se da cuenta de que Adam está frente a ella y deja el libro sobre el banco y se dirige hacía él.

Adam la besa pasionalmente contra el camión abandonado y comienza a desnudarla lentamente. Le quita los tacones y el abrigo y baja, poco a poco, la cremallera de su vestido color cereza y besa su espalda desnuda. La rodea con sus manos, apoyándolas sobre su vientre. Adam sobresaltado la aparta y la observa desnuda, bajo la luz de la farola, embarazada.

- Adam. Venía para decírtelo… estoy embarazada de cuatro meses… y es… tuyo – susurra Cathy en voz baja, mirando al suelo.

- ¡Tú no me engañas! – grita enfurecido – Vienes aquí a decirme esto y es mentira. ¿Cómo se que es mío? – le grita de nuevo, mirándola encendido en ira.

- Adam… no he estado con nadie más que contigo… esa noche. Pensé que querrías saber que vas a tener un hijo y que te quiero – dice Cathy con ojos llorosos.

Los reflejos de sus sombras en la noche son lucidos y hermosos. Desde un vehículo negro, que pasa a toda velocidad, les lanzan una botella de cristal. Los vidrios se esparcen por encima de sus sombras, rompiendo lo único que les unía.

Adam se da la vuelta y sigue andando. Cathy se queda paralizada viendo como se marcha. Le grita que se detenga pero este no le hace caso. Corre hacía él, clavándose los vidrios de la botella, en las plantas del pie. Grita ahogadamente, pero Adam sigue andando, sin compasión alguna. Esta perplejo, no sabe como asimilar la información que le ha dado. Tiene miedo y quiere marcharse de ahí lo más rápido posible. Cathy llora, sentada sobre los vidrios. Se levanta y corre de nuevo hacía él, dejando huellas de sangre sobre el asfalto. Adam se detiene y la espera.

Se encuentran uno frente al otro, al lado del paseo de puerto. Cathy está completamente desnuda y sus pies no dejan de chorrear sangre. Adam no puede dejar de mirar su vientre.

- Cathy… yo… no… no… ¡No te quiero! – dice Adam mirándola a los ojos – Y si ese hijo es mío no quiero saber nada de él ni de ti.

- No. ¡No digas eso por favor Adam! – exclama Cathy entre lágrimas – Yo te amo – se abalanza sobre él, intentando besarle, pero este le empuja, para apartarla de él, y ella cae al mar, golpeándose la cabeza con una barca.

Adam se queda inmóvil viendo como se hunde el cadáver de Cathy en ese mar oscuro.

Corre hacía el banco y coge el abrigo, sus zapatos, el vestido, el bolso y el libro de Cathy. Tira todo, menos el libro, a un contenedor de pescado cercano. Sube a su barco y se encierra en su habitación con pestillo. Se tumba sobre la cama y lee el libro de Cathy. Tiene su aroma. Cierra los ojos con la intención de borrar lo ocurrido, pero los fantasmas del puerto jamás le dejaran en paz.

Comentarios

  1. joder tia mira q eser cruel con tus personajes ¬¬, espero no ser nunca un personaje de tus historias sino a saber q me arias jejejeje
    ay este t a costado lo suyo eh??
    pero bueno mas vale tarde q nunca
    y ya sta
    byebye

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  2. soy Jose Enrique!!
    muy chulo, distinto a lo k m imaginaba... jejej pero me a parecido muy real, mas de lo k deberia parecerme.... un braxo!!

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