El maltrato del diferente
Pensaba que jamás se podría ver en una situación como esa, apresado en una jaula más pequeña que su propio cuerpo. Acosado día y noche, por la mirada de su verdugo, por sus mezquinas palabras, por su tortura de sonrisas malévolas. Se encontraba ahí por ser considerado diferente, por su color de piel, su tacto, su forma, su lengua, su forma de expresarse… se le apresó sin previo aviso, cortando su merecida libertad, y se le lanzó a esa zanja de barro. Se pasa el día llorando lágrimas secas, repleto de rabia. Se pasa el día bramando gritos secos, lamentos dolorosos. Y cuando aparece él, tiembla. No sabe cual será su castigo. Se escudriña al final de la jaula y solloza perdido. Y él le golpea, le insulta… siempre le insulta. Ahora le ceban sin parar, solo le dan de comer una y otra vez. Tiene miedo, comienza a creer que se lo quieren comer. ¿Y si ese es el motivo de su captura? ¿Sus raptores son caníbales? Cada vez que engulle esa bazofia se encuentro mal, pero no puede parar. Come...