Monógamo
- Puto mariconazo de mierda - le escupo a la cara mientras me succiona toda la lefa que gotea de mi polla. El chapero esta de cuclillas, hundiendo su cabeza en mi pubis. Yo le sostengo la chola, ahogándolo con mi polla aún tiesa. Tengo para otro asalto más. Me siento lleno de energía y aún estoy rellenando el depósito de nuevo. Quiero rociarlo. Esta vez lo tumbo en el asiento trasero del coche, tengo que follármelo como es debido. Le bajo los pantalones y los gallumbos cagados que me lleva y le abro su estrecho ojete de sarasa con mi verga. Le arreo unas cuantas sacudidas de lo más violentas - ¡Te gusta esto cacho cabrón!. Si te gusta, ¡eh!, ¡eh!, ¡eh!- le digo a gritos. Le agarro de su coleta de hippie mierdoso, obligándole a arquear la espalda y remato la faena. Me corro a mares. Maldito puto, sabe que me vuelve loco. Me quito de encima suyo y este empieza a vestirse con rapidez. En este juego, él me tiene respeto y miedo. Es una mezcla picante y a la vez espantosa. Se coloca los cal...