La mano derecha de la luz

Te presento a Jaime. Rocío. Carmen. Vanessa. Patrizzia – esta es alemana susurra – Roberto. Juan. Estos no se como se llaman, pero si están aquí serán buenos tíos, ¿verdad?. Si, si, responden estos mientras se atizan un par de rayas más. Y por último, David. Él es el jefe. Es como una luz cegadora. Una luz blanca y enorme – dice halagando a su compañero – Lo tiene TODO y lo es TODO aquí, pues es el encargado de ponerse en contacto con los grandes, acuerda los precios, esta en contacto con los proveedores y tiene a su cargo más de un centenar de camellos. Importamos las drogas más puras a la gente de clase más alta y selecta, no nos dedicamos al comercio de lo bueno con simples yonkis de barrio, que están tirados todo el día en la puta calle. Aunque por aquí deambulan un par de ellos. El oficial apretón de manos a los tíos y dos besos a las tías. Me ciño a sonreír, adoptar una actitud sería, dura y respetable y a escuchar lo que me dice Joan, que es el que me ha introducido en este mu...